El rooibos es una planta que tiene un gran potencial para tratar las alergias tanto las alimentarias, las de la piel y, las que más nos preocupan en esta estación, las respiratorias.
El organismo de las personas alérgicas produce demasiada histamina, la cual a su vez genera en el organismo reacciones infecciosas, escozor en la nariz, en la boca, en los ojos, aumento de la secreción de mucosidades en los bronquios, fabricación excesiva de ácidos en el estómago y aparición de cólicos intestinales y diarreas.
Las sustancias contenidas en el rooibos, responsables de esta acción beneficiosa son los flavonoides, en concreto la quercetina y la aspalatina que frenan la producción de histamina en nuestro cuerpo y protegen nuestro sistema inmunológico contra el ataque de algunas moléculas agresivas, estabilizando nuestras defensas y haciendo que tengamos una menor tendencia a las reacciones alérgicas.
El uso del rooibos para tratar las alergias en muy beneficioso; al no contener excitantes puede tomarse por cualquier persona, incluidos niños, ancianos y mujeres embarazadas. Sus efectos son suaves frente a las medicinas antihistamínicas y no produce somnolencia.
Para beneficiarse de las propiedades del rooibos hay que tomar al menos 2 infusiones al día durante un periodo prolongado de tiempo. Hay que preparar al organismo antes de que aparezcan las alergias estacionales y hay que tener en cuenta que cada persona es diferente y que por tanto los efectos del rooibos en ellas también los son.
Ah, y lo que también es muy importante, es una bebida deliciosa tanto caliente como fría, incluso para tomarla sólo por su sabor.